lunes, 25 de noviembre de 2013

Remedios para el miedo - Flores de Bach




1er. Grupo: REMEDIOS PARA EL MIEDO -FLORES DE BACH

1º) MIMULUS


Es una flor que crece a orillas del agua en movimiento, cerca del peligro, enfrentando al temor; lo que muestra la cualidad que viene a despertar en las personas “temerosas”: sacar a la luz el valor y la fuerza para poder enfrentarse a los retos del día a día equilibradamente.
Se utiliza en personas que tienen miedo a las cosas terrenales: enfermedades, dolor, accidentes, pobreza, oscuridad, soledad, desgracias, hablar en público. Son miedos específicos; saben a qué le temen pero no saben el por qué. Generalmente se trata de personas tímidas, reservadas e hipersensibles.
Edward Bach nos decía: “El miedo no tiene en realidad lugar alguno en el reino humano natural, puesto que la Divinidad que está en nosotros, y que somos nosotros mismos, es inconquistable e inmortal, de forma que si pudiésemos tener conciencia de ello y en tanto Hijos de Dios, no habría
nada que pudiésemos temer.”

2ª) ROCK ROSE

Sus pétalos amarillos demuestran cómo lograr la capacidad intelectual para superar un miedo que aterra.
Indicada para aquellas situaciones en que la persona sufre un terror “paralizante”: accidentes, enfermedades repentinas, ataques, asaltos, violaciones. En cualquier situación de emergencia. Ataques de pánico. Pesadillas.
Brinda calma y coraje. La persona es capaz de olvidar el miedo y recobrar el valor.

3º) CHERRY PLUM

Para los que tienen miedo a perder la razón, a hacer cosas horribles y espantosas (que no desean y saben incorrectas) y, sin embargo, aparece la idea y el impulso de llevarlas a cabo.
La persona se desespera ante estos impulsos violentos (hacia sí mismo o hacia los demás) que afloran y que teme cometer aún en contra de su voluntad.
A nivel físico se puede utilizar siempre que se verifique un “descontrol” de las funciones normales, por ejemplo: dolores de muelas, oídos, de cabeza; enuresis, tics, mal de Parkinson, diarrea, eyaculación precoz, entre otras.
Bach decía que esta flor “aparta todas las ideas erróneas y aporta fortaleza y confianza.”

4º) ASPEN


Para los temores vagos y desconocidos, sin explicación ni razón. La persona puede sentir que algo terrible va a suceder pero no puede determinar qué es.
Para personas supersticiosas. En niños con miedo a dormir a oscuras o a los fantasmas. En casos de pesadillas, sueños premonitorios, sonambulismo.
La flor aporta valentía y crecimiento de la confianza interna.

5º) RED CHESTNUT

Para quienes encuentran difícil no preocuparse, inquietarse o angustiarse por los demás. Dejan de ocuparse de sí mismos, anticipando constantemente que algo desafortunado o desgraciado pudiera ocurrirles a sus seres queridos.
En relaciones simbióticas, para poder “desapegarse”, especialmente en casos de separaciones, divorcios, duelos, puerperio, destete. Es la flor para “dejar partir”.
Muy útil para terapeutas, personal sanitario o toda persona que siente en carne propia la tristeza del otro.
A nivel físico resulta importante su uso (entre otras flores) para disolver mucosidades, dado su poder desadherente o fluidificante.

Ayuda a dar espacio a los demás. Brinda paz, calma, optimismo, el poder ocuparse de sí mismos e irradiar ideas positivas hacia los demás.

Post gentileza de Evelín Daglio - Terapeuta Floral


SANTA FE

viernes, 8 de noviembre de 2013

Los Chakras


El Reiki, como el resto de las terapias de origen oriental contempla a la persona desde el punto de vista energético; el Ser Humano existe en diferentes niveles: físico, emocional, mental y espiritual y el Reiki, la energía de vida, funciona en todos ellos. Sus beneficios pueden sintetizarse en dos puntos clave: relaja y equilibra energéticamente, favoreciendo la tranquilidad y la claridad mental necesarias para obtener el éxito psicoterapéutico, o lo que es lo mismo que el paciente pueda entender los avances conseguidos y sea capaz de consolidarlos.

En una sesión de Reiki, el terapeuta se relaja, armoniza su energía (Ki) con la energía del Universo (Rei) y a través de una suave imposición de manos consigue que el paciente sintonice con esta última y equilibre así su propia energía, a nivel no sólo físico, sino también emocional, mental, y espiritual, logrando que el paciente se sienta más relajado tras una sesión. 

Los diferentes niveles del Ser Humano de los que hablábamos antes están interrelacionados entre sí por unos Chacras, centros energeticos en el ser humano. centros de energía llamados chacras. Los traumas y las disfunciones tanto físicas como psicológicas se reflejan en ellos. Cuando recibimos un fuerte impacto emocional el aura se desajusta, se separa literalmente del cuerpo y hace que nos sintamos fuera de lugar, “descolocados”. El reajuste energético que se lleva a cabo en una sesión de Reiki consigue devolver el aura a su eje y entonces volvemos a sentir que tenemos un lugar en el mundo. Todas las emociones se procesan en el aura: un exceso, un defecto o un bloqueo en el flujo de energía repercute en como nos sentimos.

Si el 7º chacra, situado en lo alto de la cabeza, esta hiperactivo tenemos menos capacidad de concentración, por el contrario si esta bloqueado nos sentimos deprimidos, separados del resto del Universo.

Cuando estamos preocupados por algo y no hacemos más que dar vueltas a la cabeza una nube oscura bloquea nuestro 6º chacra, situado en el entrecejo.

En el 5º chacra, situado en la garganta, se quedan literalmente atascadas las emociones no manifestadas, las palabras no dichas.

El 4º chacra, ubicado en el corazón, refleja nuestros sentimientos más profundos: Amor, Alegría, Comprensión . . . es también una puerta al mundo espiritual, cuando rompemos nuestra conexión con nuestro mundo interior no solo nos privamos de sentir esas emociones sino que nos aislamos, el mundo es ya un sitio hostil en el que no encontramos nuestro lugar, una de las mayores satisfacciones que encuentro en mi trabajo como sanador es ver como cuando, generalmente tras pocas sesiones, la persona reestablece esa conexión espiritual y ya no ve las cosas como antes: adquiere más confianza, más tranquilidad, brilla de una forma más intensa.

El 3er chacra, en el plexo solar, refleja entre otras cosas la opinión que tenemos sobre nosotros mismos. Si el chacra esta hiperactivo, pero no procesa la energía, nos sentimos confusos, no sabemos que pensar sobre nosotros mismos, tenemos ansiedad.

El 2º chacra, que se encuentra en el abdomen, para mi refleja sobre todo el poder personal: “yo soy”, “yo valgo”, cuando no fluye mucha energía a través de él nos sentimos inferiores, creemos que los demás valen más que nosotros.

Por último el 1er chacra, al final de la columna vertebral, nos conecta con la tierra, nos da un sentimiento de ser alguien, de pertenecer a algo, de “tener raíces”. Sin embargo, cuando canaliza poca energía nos sentimos desorientados, no sabemos donde estamos ni quienes somos.

El impacto en la persona de las alteraciones energéticas que acabamos de apuntar depende de la duración e intensidad del trauma que las causaron: una discusión con un ser querido, por ejemplo, nos descoloca el aura, si todo vuelve a su cauce, en unos días nuestro cuerpo energético recupera la normalidad, pero si la situación perdura o el impacto en nosotros ha sido demasiado grande, el desajuste de la energía se hace crónico y nuestro malestar se va agravando con el tiempo.

A través del Reiki se pueden corregir estos problemas. La persona se siente más fluida, siente que la intranquilidad, que la opresión en el pecho que tenía ha desaparecido y se atreve a replantearse cuestiones personales o de su relación con los demás, que antes no se atrevía, pues ya no existen los bloqueos energéticos que la paralizaban.

Post gentileza de Adrián Doello - Reiki Master



 Santa Fe